domingo, 24 de noviembre de 2013

Yo también jugué en ese polideportivo


Suerte tuvieron de encontrarte aquellos jovenes perdidos en las calles, cuando les diste un balón de baloncesto invitándoles a echar un partido, desde ese momento ellos ganaron su batalla contra la miseria que le estaba esperando en la oscuridad de la calle. A cuántos animaste a salir del bache por medio del deporte, por medio de las buenas amistades en aquel centro social que creaste en forma de polideportivo.

Cuanto bien hiciste en el barrio y como lo animaste, ¿quién no te conocia? Recuerdo en el colegio un torneo de fútbol, jugabamos contra el equipo de tu barriada y al enterarse que tú eras mi tío, todos los jugadores quisieron venir a saludarme, sentían admiración por ti. Nos ganaron... estoy seguro que la victoria te la dedicaron a ti.
Hiciste tanto bien entre aquellas pistas deportivas que todo un barrio se pregunta porque la vida fue tan injusta contigo y tuviste que irte tan pronto.

Ahora todo aquel que te conoció lleva algo de ti, diste tanto que estoy seguro que sigues enseñando en el recuerdo. Yo me quedo con esa humanidad que trasmitías, la hice parte de mi y ahora... intento no decepcionarte.

¡Me cachis en la mar! que mala suerte tuviste... al menos nos queda el consuelo al saber que viviste con alegría aquello que la vida te dió y con aquello por lo que luchaste. Viniste de la humildad de tu familia y aquello te hizo grande. Me encantaba ir a tu casa, verte allí leyendo tu periódico para después compartir con nosotros aquellas noticias, añadiendo información al respecto porque tú, siempre sabías mucho más de lo que aparecía en la crónica, realmente... sabías de todo.

Hace algo más de un año que te fuiste y seguro que ahora en el cielo se organizan campeonatos de todos los deportes y apostaría que has hecho una buena “candela”, has llamao a la Paquera y a Moraíto Chico y tenéis una buena zambomba montada allí arriba.

Ahora cuando juego en tu polideportivo, el Polideportivo la Asunción, te imagino allí y se me escapa una sonrisa al recordar con inmenso orgullo que mi tío Paquirri fue aquel hombre que todo un barrio quería, un hombre al que todos ahora... 

...echamos de menos...